Arranca el ciclo dedicado a la Armada Española

October 23, 2025

La serie de conferencias, organizada conjuntamente con la Orden de Santa Bárbara, contó con la intervención de Gerardo Rodriguez y María de la Paz Barbero

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras de Jerez de la Frontera celebró en la tarde del jueves 23 de octubre la sesión inaugural del Ciclo dedicado a la Armada Española, organizado conjuntamente con la Orden de Santa Bárbara de la ciudad con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Carmen de Jerez, Patrona de los marineros.

El acto, que tuvo lugar en la sede de la Academia, contó con la intervención de dos destacados ponentes: el Capitán de Navío Gerardo Rodríguez Mendoza, Jefe de Mantenimiento del Arsenal de Cádiz, y María de la Paz Barbero García, restauradora especializada en conservación y restauración del patrimonio artístico. La presentación de ambos corrió a cargo del doctor Javier E. Jiménez López de Eguileta, académico de número electo de esta Real Corporación.


En su conferencia titulada «Presentación de las Obras de Elcano», el Capitán de Navío Gerardo Rodríguez Mendoza ofreció una detallada exposición sobre los planes de mantenimiento, restauración y mejora del emblemático Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, que en los próximos años conmemora también su propio centenario.

El ponente realizó un recorrido por la historia del mantenimiento del buque, «variopinta y cambiante a lo largo del tiempo, adaptada a las circunstancias económicas y técnicas de cada época», y explicó cómo el denominado Plan del Centenario ha permitido por primera vez estructurar un programa sistemático de conservación integral. «El objetivo -afirmó Rodríguez Mendoza- es que el ‘Elcano’ continúe navegando sin fecha de jubilación, en las mejores condiciones de operatividad».


Durante su intervención, el Capitán de Navío evocó con humor y cercanía sus primeras experiencias al frente del mantenimiento del buque, recordando cómo en 2019, recién incorporado al cargo, recibió de parte de los ingenieros de Navantia un informe que desaconsejaba la salida del barco al crucero. «Le respondí al director que me preocuparía de que los instrumentos de la banda estuvieran afinados por si el buque se hundía, que al menos sonaran como en el Titanic», relató entre las sonrisas del público, para añadir después que aquel episodio le llevó a iniciar un plan de choque que consolidó las bases del actual sistema de mantenimiento.


Rodríguez Mendoza explicó que, pese a las dificultades derivadas de la pandemia, el Elcano fue el único buque escuela del mundo que completó su travesía durante la COVID-19, demostrando tanto la solidez de la nave como la fortaleza de su dotación. «Fue un viaje duro desde el punto de vista psicológico -señaló-, pero el barco resistió nueve meses de navegación y volvió como siempre, en verano, demostrando su fiabilidad a las puertas de su centenario».

El ponente detalló también el funcionamiento de los periodos de inmovilización programada, las varadas y los mantenimientos incidentales que permiten mantener operativo el navío, y recordó que, pese a las averías y temporales sufridos a lo largo de su historia, «nunca se ha cancelado un viaje por avería». Concluyó su intervención subrayando la flexibilidad del Plan del Centenario, que «permite adaptarse a las circunstancias técnicas y presupuestarias de cada momento, asegurando la continuidad del buque como símbolo de la Armada y embajador de España en los mares del mundo».

La diosa y Elcano

La segunda ponencia, a cargo de la restauradora María de la Paz Barbero García, llevó por título «La diosa y Elcano» y ofreció una apasionada narración del proceso de restauración del mascarón de proa del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, pieza escultórica de gran valor artístico y simbólico.

Barbero comenzó su intervención señalando la especial conexión personal que le unía a este trabajo. «Este proyecto es muy especial para mí -afirmó-, no solo por la envergadura de la pieza, sino porque supuso un verdadero reto técnico y emocional». La restauradora explicó que, aunque su trayectoria profesional se ha centrado en el arte sacro y la escultura religiosa -con trabajos tan relevantes como la restauración de la Virgen de Consolación del Convento de Santo Domingo o el Cristo del Amor, de Ramón Chaveli-, el desafío que presentaba el mascarón del Elcano le conquistó desde el primer momento.

Relató cómo el encargo llegó a través de José Luis Carmona, representante de Carpintería Lourdes, quien la contactó por petición de Navantia y de la propia Armada Española. «Desde el primer instante me contagié del entusiasmo del proyecto -indicó-. Sabía que iba a ser un trabajo muy exigente, pero también enormemente enriquecedor si contaba con un buen equipo multidisciplinar, y así fue».

La restauradora explicó que el conjunto intervenido -de aproximadamente 18 metros de longitud y formado por la escultura principal de la diosa y los plafones laterales tallados y dorados- constituye un «elemento artístico de un valor incalculable, que debería catalogarse como Bien de Interés Cultural».

Barbero relató cómo en 2023, durante la navegación del buque por el Cabo de Hornos, un fuerte temporal provocó el desprendimiento de la pieza metálica denominada Barbada, que golpeó repetidamente la escultura y acabó fracturándola. «La mitad del mascarón se cayó al mar, aunque los guardiamarinas lograron rescatar y amarrar lo que pudieron», explicó. El accidente, añadió, puso de manifiesto la necesidad de que la restauración fuera abordada por un equipo especializado en escultura, dado el carácter artístico y no meramente naval de la pieza.

«Aunque forma parte de un barco, no deja de ser una obra escultórica encargada a un artista y tallada en madera. Su restauración debía hacerse bajo criterios de conservación del patrimonio, no con criterios industriales», enfatizó Barbero, quien también destacó la dificultad añadida de restaurar una obra destinada a surcar el mar, sometida a condiciones extremas de humedad, salinidad y luz.

Con apoyo de imágenes y ejemplos gráficos, la restauradora mostró el estado inicial de la pieza al llegar al Arsenal de La Carraca en agosto de 2023 y describió el minucioso proceso de consolidación, ensamblaje y reintegración cromática que permitió devolver al mascarón su forma original. «Ha sido un trabajo complejo, pero profundamente gratificante -concluyó-, porque recuperar una obra que simboliza la historia viva de la Armada Española es, en sí mismo, una manera de preservar la memoria colectiva».

La sesión, que inauguró un ciclo de gran interés histórico y patrimonial, reflejó la estrecha relación entre la Real Academia de San Dionisio y las instituciones que preservan la cultura, así como el compromiso de ambas con la divulgación del conocimiento técnico, artístico y humano ligado a la Armada Española.