Jesús Caballero Ragel se recrea en el apogeo del Jerez del XIX

febrero 11, 2025

La conferencia del doctor en Artes y Humanidades sirvió para cerrar el ciclo Jerez Siempre

La Real Academia San Dionisio cerraba el ciclo Jerez Siempre en la tarde del martes 11 de febrero, y lo hacía con una conferencia en la que el doctor en Artes y Humanidades Jesús Caballero Ragel, repasó «El apogeo económico, cultural y artístico en el Jerez del Siglo XIX».

La de Caballero Ragel era la cuarta sesión de una serie histórica que la Academia ha organizado un año más de la mano del Centro de Estudios Históricos Jerezanos y coordinado por Francisco Antonio García Romero, vicepresidente de Letras de la corporación académica y miembro del CEHJ.

El acto estuvo dirigido por Juan Salido Freyre, presidente de la Academia San Dionisio, mientras que la presentación del ponente recayó sobre Natalio Benítez Ragel, también miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos y Jefe de Unidad de la Biblioteca Municipal.

Como prueban numerosos estudios, Jerez fue una ciudad muy importante en época medieval y moderna. La riqueza que aportaba su inmenso agro la hizo destacar como ciudad. En el siglo XIX Jerez se convertirá en una de las ciudades más ricas de España. El desarrollo del negocio vinatero con el aumento de las exportaciones va a encumbrar a una importante burguesía industrial y comercial. Esta burguesía, bajo los principios del liberalismo político y económico, va a transformar la ciudad. El «sueño jerezano» fue una realidad. Jerez recibe una importante inmigración dispuesta a enriquecerse al retortero de la industria del vino. Llegan los montañeses de Cantabria, los franceses del Bearn, los comerciantes británicos admiradores de los vinos jerezanos, los indianos que buscan refugio e inversión tras la pérdida de las colonias, numerosos comerciantes gaditanos que ven en Jerez el lugar idóneo para invertir y crecer…

Ese es el escenario sobre el que Jesús Caballero explicó que esa riqueza se va a ver reflejada en la ciudad. La ciudad se transforma urbanísticamente. Hay una renovación integral del caserío urbano. Se va a pavimentar y madrear toda la ciudad en un proceso rápido y costoso. Los avances sanitarios provocarán el aumento de población y la mejora de su nivel de vida. Jerez será pionera en la implantación de numerosos servicios derivados de las nuevas tecnologías: el alumbrado por gas, el alumbrado eléctrico, el teléfono, el ferrocarril, el tranvía de sangre, el ferrocarril urbano... El gran proyecto de traída de aguas de Tempul en 1869 acabará definitivamente con los problemas de abastecimiento de agua vecinal. El proyecto de canalización para riegos del tramo final del Guadalete a finales de siglo será un intento de buscar una diversificación agraria ante el problema originado por la filoxera.

Caballero Ragel resaltó que a Jerez llegaron numerosos arquitectos que realizarán bellos edificios que se han hecho emblemáticos para la ciudad. Llegaron ingenieros, humanistas, profesores, músicos… Se establecen numerosos pintores. Surgen nuevas entidades educativas y culturales. Surgen instituciones representativas de actividades profesionales. Se desarrolla una importante y variada prensa local. Aumentan las publicaciones literarias e historiográficas. La nueva sociedad burguesa, desahogada económicamente, demanda servicios de formación y cultura. Jerez se llena de casinos con importantes funciones instructivas y culturales. Se crean nuevas asociaciones de recreo inspiradas en gustos extranjeros. 

En resumen, el conferenciante puso de relieve que Jerez en el siglo XIX fue una verdadera capital económica, comercial e industrial. Al frente de la ciudad se establece una nueva jerarquía de burgueses comerciales e industriales que desplazan a la nobleza como centro del poder o se emparentan con ella.  Una burguesía unida en sus intereses, aspiraciones e inquietudes que dejará su impronta en la ciudad aportando un nuevo sello de identidad. Una burguesía que se hará terrateniente con la acumulación de riqueza y con el proceso desamortizador. A finales de siglo, las grandes diferencias sociales explotarán en forma de conflictos, que continuarán durante la primera mitad del siglo XX. 

Aún es fácil encontrar en Jerez los ejemplos de esa capitalidad efectiva en la que se convirtió Jerez durante el siglo XIX pese a haber sido excluida de una capitalidad política que bien le pudo haber correspondido.