La Real Academia de San Dionisio, de Ciencias, Artes y Letras comenzó el curso 2022-2023 este martes 18 de octubre de 2022, dando inicio al que debe ser un año académico muy especial, no sólo por la celebración de su 75º aniversario, sino por el inicio de mandato de una nueva Junta de Gobierno encabezada por Juan Salido Freyre, que afronta este reto con la intención de desarrollar significativos proyectos.
Como suele ser habitual, la Solemne Sesión de Apertura del Año Académico fue un poco especial, pues se inició con la misa de Espíritu Santo en la Iglesia Parroquial de San Dionisio, y continuó con la lectura de la Memoria del Curso 2021-2022 por parte de Juan María Vaca Sánchez del Álamo, secretario general de la Real Academia.
Tras la presentación del conferenciante por parte de Juan Salido Freyre, llegó el turno para Antonio Pulido Gutiérrez, presidente de la Fundación Cajasol, Académico Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio y doctor en Ciencias Económicas. Bajo el título «Transformación del sistema financiero español y sus nuevos retos», Pulido repasó la evolución de la banca, tomando como punto de partida la crisis de 2008, llegando a la situación actual del sistema financiero y finalizando con los retos que estas entidades afrontan en los próximos años.
El presidente de la Fundación Cajasol ha vivido desde una posición interna todo este proceso y por eso podía reconocer que el sistema inicialmente «daba por enterrada la crisis de 2008». Estaban equivocados. La actual situación mundial ha generado una situación con algunos paralelismos a la vivida hace aproximadamente una década.
Centrándose en la transformación de la banca, Antonio Pulido destacaría la importantísima reducción tanto de entidades como de trabajadores del sector, resaltando que «el número de oficinas ha descendido un 40%» desde la primera década del siglo XXI. Sumado al importante papel de la digitalización, el resultado final del panorama nacional es el de un mapa con menos oficinas, pero con una media de trabajadores más alta por sucursal.
A la hora de analizar los motivos de la crisis del 2008 y su tardía solución, Pulido Gutiérrez señalaba un «error en el diagnóstico». La facilidad a la hora de conceder crédito «en condiciones muy relajadas» alimentó la famosa burbuja del ladrillo y lógicamente «aquello tuvo sus consecuencias: el endeudamiento de empresas y familias creció».
Las entidades financieras también sufrieron las secuelas de esta situación y «acabaron endeudándose muy por encima de lo recomendable». El actual presidente de la Fundación Cajasol recuerda que «algunos bancos tenían la misma crisis que las cajas, pero iban al mercado y podían hacer ampliaciones de capital. Las cajas, en cambio, no tenían sistema de capitalización. Por tanto, la diferencia fue que los bancos no estaban mejor, pero tenían instrumentos para lograr los requerimientos del Banco de España» y así salvar mejor la situación.
Todo esto obligó al sistema a tomar una serie de medidas, que Antonio Pulido diferenció en dos fases. Una primera entre 2008 y 2011 que resumió como «una patada para delante» por considerarlas las decisiones «parciales, inefectivas y ausentes de una visión global». Y otra segunda fase, en 2012, en la que sí se «firman acuerdos que aportaron herramientas eficaces para solucionar el problema». El memorándum de entendimiento y la asistencia financiera de Europa son las claves que Pulido destacó como determinantes para que la crisis fuera quedando atrás.
El Académico Correspondiente dedicó el tramo final de su conferencia a repasar un escenario actual con «un sistema más sólido y competitivo». Y no quiso olvidar dos elementos a los que él entiende que no se hace demasiada referencia: «El esfuerzo del sector al margen de las ayudas; y destacar que pese a la crisis se ha logrado mantener algo importante: el 98% de los depósitos de las familias no sufrió ninguna pérdida».
Por último, señaló tres retos que debe afrontar la banca de manera inminente. «El principal es generar una rentabilidad suficiente. En los últimos años la banca no ha sido rentable. Con la subida de los tipos de interés la cosa cambiará. El problema es que esta subida llega en un momento muy complejo. Inflación, guerra de Ucrania, crisis energética… hay que prepararse para un par de años complicados». El segundo reto sería la reestructuración de los bancos, sus oficinas y empleados ya que «el porcentaje de clientes digitales ha aumentado en más de un 60%». Y finalmente, Antonio Pulido resaltó el reto que supone para la banca que plataformas como Amazon, Apple o Microsoft estén ofreciendo créditos. Personalmente, el presidente de la Fundación Cajasol no consideraba que estas empresas «pretendan desplazar a las grandes entidades del sistema financiero, ya que están más interesadas en facilitar métodos de pago. Aunque quizás el crédito venga después».
Una vez finalizada la conferencia, retomaría la palabra el presidente de la Real Academia de San Dionisio, que no quiso cerrar el acto sin recordar alguna conversación a nivel profesional con Antonio Pulido que encajaba a la perfección con la temática expuesta: «La morosidad es un cáncer y la falta de liquidez es un infarto de miocardio». Con estas palabras, Juan Salido cerraba su primera sesión como presidente, declaraba inaugurado el curso 2022-2023 en nombre de su Majestad el Rey y daba paso al jerez de honor que los asistentes pudieron disfrutar como colofón de la Solemne Sesión de Apertura del Año Académico.