Revelador repaso de Fernando López a la colección de pintura mural del Jerez del siglo XV

enero 21, 2022

El profesor Don Fernando López Vargas-Machuca fue el encargado de abrir el ciclo «Jerez Siempre» 2022 con su conferencia «Pintura en Jerez en el siglo XV: entre Italia y la tradición andalusí». La sesión de apertura de este tradicional ciclo contó un martes más con la presidencia del Excmo. Sr. Don Joaquín Ortiz Tardío.

Tras las iniciales palabras del presidente y la presentación del Ilmo. Sr. Don Francisco Antonio García Romero, académico de Número y vicepresidente de Letras de la Real Academia de San Dionisio, llegaba el turno para un López Vargas-Machuca que quiso poner las bases de su exposición con una introducción en torno a la inexistencia de testimonios pictóricos a lo largo de los siglos XIII y XIV. Fernando López Vargas-Machuca, profesor del IES Padre Luis Coloma de Jerez e historiador del Arte, disertó en torno a cómo la gran renovación arquitectónica que se produce en Jerez de la Frontera y en otras localidades vecinas a lo largo del Cuatrocientos se ve acompañada de una importantísima colección de pintura mural que se está empezando a conocer gracias a una serie de descubrimientos realizados a lo largo de estos últimos años. 

A esa enorme revelación que son los frescos encontrados en la Capilla de la Jura en San Juan de los Caballeros hay que sumar los restos de la bautismal de San Mateo y la Villavicencio en San Lucas, como también las bóvedas de la capilla mayor del Divino Salvador de Vejer y los muros del presbiterio de San Marcos. 

Sumando a todo ello reveladores fragmentos de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de Barrameda y, de manera muy especial, el célebre mural de la Coronación de la Virgen en Arcos de la Frontera, el ponente propuso la existencia de una serie de talleres itinerantes, incluso de una misma mano para el caso de Arcos, San Marcos y Sanlúcar, que completan con sus pinceles las novedosas edificaciones realizando retablos pictóricos, cubriendo bóvedas y trazando zócalos decorativos en los cuales se entremezclan, como ya había ocurrido en Sevilla durante la centuria anterior, dos tradiciones opuestas que van a encontrar singular complementariedad: representaciones figurativas que derivan directamente de la tradición trecentista italiana y elementos de raigambre andalusí. Gótico y mudéjar, pues, al servicio de unas élites religiosas y sociales que desean asimilar las novedades que han llegado a otros territorios de la Corona de Castilla sin renunciar a lo que ellos mismos consideraban como la más pura tradición hispana.