“La Academia es un lugar donde brilla la cultura con mayúsculas”
Fundación Mapfre, Bodegas Williams & Humbert y Caixabank reciben el título de Benefactores 2016 de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras.
La sesión académica del pasado martes asimismo oficializó públicamente la entrega de nombramientos de Amigos de la Academia a favor de Manuel Fernández García-Figueras, Juan Manuel Pardo Domecq, Felipe Morenés y Giles, Carlos Ruiz-Badanelli Marcano y Luis Salido Freyre.
La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebró el pasado martes 21 de los corrientes la anual solemne sesión de reconocimiento y entrega de los correspondientes títulos a los Benefactores de la Academia 2016 (Fundación Mapfre, Bodegas Williams & Humbert y Caixabank) y a los Amigos de la Academia (en esta edición recayó por méritos propios en Manuel Fernández García-Figueras, Juan Manuel Pardo Domecq, Felipe Morenés y Giles, Carlos Ruiz-Badanelli Marcano y Luis Salido Freyre). Hizo uso de la palabra, en nombre y representación de los nombrados, Felipe Morenés quien subrayó que “la Academia es un lugar donde brilla la cultura con mayúsculas. En esta docta casa se cultiva y se expande el humanismo”.
En la sesión intervino el joven violinista Juan de Dios Fernández Ramírez, acompañado al órgano por el Académico Numerario Ángel Hortas Rodríguez-Pascual. Juan de Dios sorprendió -maravilló- a una concurrencia que, deleitada con su magistral actuación, dedicó varias ovaciones a quien sin duda demostró un talento musical sin parangón.
Una año más la Real Academia de San Dionisio se mostró muy agradecida con sus benefactores. Y es que el mecenazgo y el patrocinio pueden ser herramientas de gran utilidad para un asociacionismo cultural esencial que busque la implicación de la ciudadanía en la defensa del bien público y del interés general, un mayor aprendizaje de las actividades y creaciones culturales, así como un mayor reconocimiento y prestigio de la cultura.
En los momentos actuales, cuando la necesidad económica obliga a replantear los elementos de la competitividad y a reformar el modelo de desarrollo sostenible, la cultura es un factor determinante del cambio social y económico por dos razones: por la importancia de un trabajo cultural innovador que abre nuevas oportunidades, pero también porque incorpora una red de valores que permiten una nueva lectura ética de los intercambios sociales y económicos.
El micromecenazgo supone la herramienta de vinculación de la ciudadanía con su entorno social y cultural más inmediato. El interés público que supone la cultura no es sólo una obligación que atañe al Estado ni que importe en exclusiva a la ciudadanía sino que afecta también a las empresas y al sector privado, como podemos comprobar con las acciones de mecenazgo y patrocinio que se vienen llevando a cabo por instituciones como las mencionadas.
Esta línea de acción redunda en el beneficio de todas las partes. Informar convenientemente sobre las posibilidades actuales del mecenazgo y patrocinio: sus posibilidades de retorno así como su participación y cómo garantizar el rigor y la seriedad de los proyectos o actuaciones sometidas a patrocinio. Es claro que existe un desconocimiento social de los beneficios fiscales y sociales que produce el mecenazgo. La necesidad de realizar campañas pedagógicas de explicación sobre la importancia del mecenazgo y el patrocinio, no exclusivamente como retorno publicitario de las empresas -que también-, sino como importancia de la colaboración social ciudadana en la protección de su entorno y desarrollo. No existe una cultura del mecenazgo y el patrocinio en la cultura y en la ciencia, como ocurre con otras áreas. Prestigiar la colaboración del pequeño mecenazgo, vinculándolo a las actividades en las que colabora, así como premiar y reconocer su esfuerzo. La primera motivación de los mecenas es su estima y sensibilidad cultural. La sesión académico finalizó con el brindis de un jerez de honor en la biblioteca de la sede social de la Real Academia de San Dionisio.