“Los directivos tenemos la gran responsabilidad de crear una cultura sana y ganadora”
Josep Santacreu toma posesión como Académico Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras
La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogió el pasado jueves la toma de posesión como Académico Correspondiente del consejero delegado del Grupo DKV Josep Santacreu Bonjoch cuyo discurso llevó por título ‘Mientras vivas, aprende a vivir’. El nuevo académico fue presentado por el vicepresidente de Artes de esta Real Academia de San Dionisio Juan Salido Freyre. Destacamos a continuación algunas de las ideas principales expuestas en la interesantísima ponencia de Josep Santacreu:
Goethe decía que "la manera en que tú ves a las personas es la manera en que tú las tratas, y la manera en que tú las tratas es como acaban siendo". Desde mi experiencia, les puedo asegurar, que en el sector social y en el sector público hay extraordinarios profesionales que obtienen meritorios resultados a pesar de las grandes limitaciones en términos de recursos y de flexibilidad. La empresa privada tiene mucho que ofrecer pero también tiene mucho que aprender de la gestión social y de la gestión pública. De lo que estoy convencido es que de los grandes retos de la humanidad: la lucha contra la pobreza, las sostenibilidad medioambiental, la equidad en el acceso a servicios básicos etc., solo se pueden superar con la colaboración inteligente de los tres sectores.
Todos tenemos mucho que aportar y hemos de trabajar juntos cada uno desde su función. La empresa hoy ya no es solo un instrumento para generar retorno al inversor cumpliendo las leyes. No se trata de qué hacemos con los beneficios. No se trata solo de cómo podemos mejorar la sociedad con los resultados económicos. Este enfoque filantrópico está muy bien pero no basta. De lo que se trata es de cómo conseguimos esos beneficios. Consiste en repensar todas las acciones que conforman las relaciones con nuestros grupos de interés. No sólo accionistas, no solo clientes y empleados también nuestros proveedores, nuestros distribuidores, la comunidad que nos rodea, y la sociedad en general. Se trata de revisar cada uno de los eslabones de nuestra cadena de actividades para atrevernos a crear más valor y estar dispuestos a compartirlo.
Se habla cada vez más de Empresa Responsable. Ser responsable es ser capaz de dar respuesta, pero hoy en día a las empresas no solo se nos pide que tengamos beneficios, que paguemos los impuestos y que generemos puestos de trabajo. Se nos pide que revisemos nuestras políticas y actividades con clientes, con empleados, con proveedores, con distribuidores y con las organizaciones sociales en lo referente a inclusión social, a medioambiente, a transparencia, a equidad, a gestión de la diversidad... La empresa responsable es la que da respuesta a todos estos retos generando valor para todos los grupos de interés de una manera sostenible.
El papel de un líder no es concebir todas las grandes ideas, el papel del directivo es crear un entorno en el que se puedan dar grandes ideas. Son los profesionales de una empresa, los que están en primera fila, los mejor situados para encontrar nuevas maneras de hacer las cosas. La estrategia es muy importante pero una estrategia sin cultura es débil. Como decía un profesor mío: “culture eats strategy for breakfast”. Los directivos tenemos la gran responsabilidad de crear una cultura sana y ganadora. Obviamente hemos de dominar las herramientas clave de nuestro negocio: la producción, el marketing, las finanzas,... Pero para todo eso tenemos un buen equipo. La cultura y sobretodo el compromiso de los empleados es nuestra tarea clave.
No se puede ser un buen directivo sino se es buena persona. Y como todos sabemos este es un objetivo nada fácil. Mi máxima preferida es de Séneca, y dice: mientras vivas, aprende a vivir. Hemos de tener una actitud permanente de aprender como directivo y como persona. Tenemos una sola vida y los seres humanos la solemos encontrar corta, aunque Séneca también decía que "no es corta la vida, sino largo es en el hombre el descuido del tiempo". Lo que sí es seguro que la vida es demasiado corta para trabajar en un trabajo aburrido. Steve Jobs lo decía de otra manera, "tu tiempo es limitado no lo malgastes viviendo la vida de otro".
¿Cómo podemos evitar descuidar lo más precioso que tenemos, el tiempo, y conseguir ser más felices y tener una vida más plena? Para responder a esta pregunta he pensado hacer una aproximación desde una perspectiva completamente distinta a la habitual. Sabemos que cuando se acerca la muerte, el ser humano suele vivir un momento de lucidez intensa. De verdad. En los estudios realizados sobre cuáles son los cinco reproches más frecuentes que se hacen hombres y mujeres en ese momento trascendente, nos dicen que son los siguientes: El primero "me hubiera gustado tener el coraje de vivir mi vida verdaderamente según soy, no la vida que otros esperaban de mí". El segundo reproche es "me hubiera gustado no haber trabajado tan duramente". Ante este reproche creo que de lo que se trata es de encontrar el trabajo que nos guste tanto que no suponga un sacrificio. El tercero es "desearía haber tenido el coraje de expresar mis sentimientos”. El cuarto reproche es "desearía haber estado más en contacto con mis amigos". El quinto es "desearía haberme permitido a mí mismo ser feliz". Unas semillas de felicidad por mi parte: valora lo que tienes, vive el momento, comparte tus cosas y tus sentimientos, no te compares con los demás, pasa del “qué dirán”, y lucha por lo que merece la pena y puedes cambiar.
El pasado es un prólogo, hoy empieza vuestro futuro. Víctor Hugo decía que el futuro tiene muchos nombres: para los conformistas es inalcanzable, para los temerosos es lo desconocido, para los valientes es una oportunidad. Os deseo de todo corazón que aprovechéis esta oportunidad. Que en vuestro proyecto profesional os atreváis a pensar y a actuar con la ambición de hacer del mundo un lugar mejor y que seáis felices y hagáis felices a los demás.