Ingreso Manuel Romero Tallafigo - 01/12/15

enero 7, 2016

 

Manuel Romero Tallafigo ingresa como Académico Correspondiente de la Real Academia

de San Dionisio

 


La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebró el pasado martes noche el acto de ingreso como Académico Correspondiente de la misma del Catedrático de Ciencias Históricas de la Universidad de Sevilla Manuel Romero Tallafigo, quien dictó la ponencia titulada ‘¿Por qué Teresa de Jesús es santa?’. Fue presentado por el Académico Correspondiente de esta real corporación Manuel Antonio Barea Rodríguez.

Destacamos a continuación algunas de las aseveraciones dictadas por el ponente:

- Agradezco a la Academia de San Dionisio el honor de incorporarme a su corporación en calidad de Académico Correspondiente.

- Teresa de Jesús escribió un libro de la vida que convenció hasta a los inquisidores más perspicaces de que esta mujer era una santa.

- Seas creyente o no, sus escritos trasminan santidad. No se puede entender el lenguaje de Santa Teresa si no hubiera leído a los clásicos. Leyó a Virgilio, Horario, a Ovidio. Entonces también se estudiaba, sobre todo, la retórica, es decir, el arte de persuadir.

- El amor que transmitía Santa Teresa no se puede entender sin Ovidio. No sé puede entender la mística sin la facultad del lenguaje. Ni tampoco el lenguaje sin el sustento de la lectura. Lo dijo el Quijote, igualmente: el que lee mucho y viaja mucho... sabe mucho.

- Yo tengo ya una edad y Santa Teresa, al leerla, me da esperanza de vida. Santa Teresa nos enseña cómo en el mundo no hay nada malo. Sólo ocurre que el hombre utiliza mal su libre albedrío.

- Las aspiraciones religiosas entonces era la gloria ultraterrena. Era muy importante el concepto de la salvación.

- José María Pemán: "Santa Teresa es un nombre que se acerca a nosotros: como si le conociéramos todas sus entrañas semánticas, todos sus prestigios históricos. La primera mística de la plena humanidad de Jesús".

- Era muy humana. Le gustaba el buen aseo, los libros de caballerías, las joyas... Constituye el archipiélago de sus faltillas leves.

- La oración de Santa Teresa es mística. Es una intuición, y una libertad y un riesgo.