Ponencia Rufino Rus – 10/02/2015

octubre 23, 2015

“Los países más protegidos frente a la crisis son aquellos que tienen menos desigualdad”

Brillante ponencia del profesor José Ignacio Rufino Rus en el ciclo ‘Economía y Sociedad’ de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras

 

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebró en la tarde del pasado martes una nueva sesión de su prestigioso ciclo ‘Economía y Sociedad’ protagonizado en esta ocasión por el Profesor Titular de Organización de Empresas de la Universidad de Sevilla José Ignacio Rufino Rus, quien dictó la ponencia titulada ‘Un balance de la crisis: sombras y algunas luces’. El ponente fue presentado por el Académico de Número, coordinador del presente ciclo y Vicepresidente de Artes de esta Real Academia de San Dionisio Juan Salido Freyre.

Resaltamos a continuación algunos de los subrayados de la ponencia del profesor José Ignacio Rufino:

Es una crisis occidental y particularmente española. Hay dos patologías concretas que se han hecho estructurales: las desigualdades en cuanto a sus potencialidades en su desarrollo económico y, la segunda, la brecha de desigualdades entre personas.
Crisis significa cambio: no significa ni bueno ni malo. Pero nosotros lo utilizamos en sentido negativo. Viene del griego. Si persiste, crea un trauma. Es decir: aquel sistema, dícese el financiero, que si persiste un tiempo, pongamos siete años, puede convertirse en otro sistema -que en este caso repercute en el número de empleados-.
Hay quien asegura que toda crisis viene de un periodo de prosperidad. Y de esto sabemos de qué hablamos cuando tratamos de España. El crecimiento luego se convierte en desaceleración y después, si persiste, en crecimiento negativo. El crecimiento negativo se convierte por lo común en regresión. Y la regresión sólo aspira al ave fénix.
Hemos tenido una banca sobre/expuesta al ladrillo.
Algunas características de nuestra crisis: la aparición de una tecnocracia (que ha tenido un efecto negativo en la motivación del resto de las personas). Y a esto hay que añadir una pérdida grande de ganancias. Yo sumaría una oferta empresarial muy débil.
El Gobierno ha conseguido que no seamos rescatados de una expresa formal.
Tenemos que remangarnos para que no contemplemos la realidad de una generación perdida.
Es normal las brechas, la disparidad, los incentivos, pero es bueno para la economía una cierta cohesión. Las brechas amenazan al sistema y esto responde a un hecho empírico.
El hecho de enriquecerse es necesario para crecer económicamente, igualmente las desigualdades es una perversión.
Cuanto mayor es la desigualdad, la brecha de riqueza y de renta, más expuesto se está a que la crisis se vuelva a reproducir y con más virulencia.
Los países más protegidos frente a la crisis son aquellos que tienen menos desigualdad; es así de sencillo: la desigualdad no es en sí misma un tema moral, sino un tema económico y que tiene serios efectos económicos.