“Hay que fomentar la lectura como alternativa al chat, al Twitter, a la televisión y a la Nintendo. La tecnología pone en peligro la llave del hábito lector”
El poeta, profesor titular de Escritura Creativa del Hamilton College y director de la revista literaria ‘Piedra del Molino’ Jorge Murciano Maínez –Jorge de Arco- ingresó este pasado martes en la Real Academia de San Dionisio pronunciando el discurso ‘Educar para la lectura’
“Debemos ofrecer lecturas más acordes con las preferencias individuales de nuestros jóvenes, siempre que tengan una mínima calidad estética. Es posible adecuar los textos al nivel de maduración del alumno”.
“Elegir una lectura ya es una opción crítica, una decisión que conforma nuestra personalidad”
“Los libros nos dan más y nos dan otra cosa. Son un universo de idealidad libre”
La lectura como sacramento -como liturgia del crecimiento interior-, la lectura como beneficiador hábito para niños y adolescentes, la lectura como propagación de un imaginario personal más libre y más plural, la lectura como una indagatoria siempre balsámica y aleccionadora. Con tamaña instrucción cultural ilustró el poeta –joven y fecundo y maduro poeta- Jorge de Arco (Jorge Murciano Maínez) su discurso de recepción como Académico Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras. Este pasado martes en efecto la docta institución jerezana enriquecía la nómina de académicos con una incorporación que fortalecerá aún más si cabe su rama de Letras. A mayor abundamiento de la mano de quien ha de considerarse con todos los merecidos honores como uno de los más prestigiados y renombrados críticos literarios del panorama nacional (además de un vocacional docente y un poeta cuya obra –nimbada de lirismo unipersonal y de metáforas de estética siempre impactante- habla por sí misma). Jorge de Arco pertenece –añadiendo matices a su celebrada toma de posesión como académico- a una saga muy integrada y reconocida en el seno de la Academia Jerezana, los Murciano (circunstancia que incluso fue subrayada por el presidente Joaquín Ortiz Tardío como “un motivo de doble satisfacción para todos los que formamos parte de esta real corporación”). Jorge de Arco, quien tituló su discurso ‘Educar para la lectura’, es profesor titular de Escritura Creativa del Hamilton College y director de la revista literaria ‘Piedra del Molino’.
El Vicepresidente de Artes de la Real Academia de San Dionisio, Juan Salido Freyre, asumió la presentación curricular de Jorge de Arco. Desplegó Salido un discurso de brillante síntesis cuya arquitectura verbal fue incluso elogiada posteriormente por el propio nuevo Académico Correspondiente. Usando el tiempo preciso –medido como un soneto del mejor introito- Juan Salido destacó los amplios méritos profesionales y asimismo literarios de quien a no dudarlo llegaba a la tribuna de oradores de la Academia abrigando una consolidada y muy fértil obra literaria, recalcada públicamente incluso por voces tan autorizadas –y así lo recordó Salido Freyre- como Luis María Anson (“En Jorge de Arco hay un poeta auténtico”) o Manuel López Azorín, en su valoración de ‘Las horas sumergidas’ (“Es un poeta repleto de lirismo y de emocionante compás”).
Jorge Murciano Maínez introdujo su discurso confesando que “para mí esta noche es muy especial por cuanto supone dentro de mi carrera literaria pertenecer a esta Real Academia”. Destacamos a continuación algunas de las ideas expresadas por Jorge de Arco en su aplaudida disertación:
- “Educandos, educantes, docentes y estudiantes. Siempre quise ser profesor y adentrarme en este mundo. Todos los días me levanto siendo un profesor feliz. Creo que la cultura nos puede llevar a un mundo mejor. Para mí el trabajo docente es un disfrute y no es una carga, como a veces se cuenta”.
- “Con la apertura de cada curso escolar, se abre el debate sobre si nuestros alumnos saben o no saben leer comprensivamente un texto. Se reaviva el porqué no saben finalmente leer comprensivamente un texto. Un hecho de tanta gravedad que afecta a alumnos, docentes y familia. Esto sólo puede reconducirse desde un esfuerzo personal y colectivo. Desde el espíritu de superación del alumno. Del docente, que debe introducir los métodos didácticos adecuados. Y del esfuerzo de los padres, puesto que está fuera de toda duda que la implicación de la familia en el ámbito lector de los hijos es determinante”.
- “Los docentes debemos actuar de mediadores. Como decía Salinas, fomentar el gusto de leer por leer. Leer en su mejor significación. No sacar de esto ni ascensos ni dinero, nada que esté más allá del libro mismo y de su mundo. Se deben proponer textos literarios con indudables gustos artísticos”.
- “En efecto el mundo de la literatura no puede quedar al margen de una educación integral. Educar a un niño es al fin y al cabo educar a la sociedad. No se crean lectores porque se les obligue a leer. Los imperativos ‘tienes’ y ‘debes’ es un error. Hay que crear el placer, el gusto por la lectura”.
- “Hay que ofrecer lecturas más acordes con las preferencias individuales siempre que tengan una mínima calidad estética. Es posible adecuar los textos al nivel de maduración del alumno”.
- “Juan Marsé dijo que el gusto por la lectura se transmite como el interés por una película: hay que contarla bien y hechizar”.
- “Educar trasciende la simple transmisión de conocimientos. La lectura fomenta la dimensión espiritual y trascendente, la capacidad crítica y el sentido estético. La práctica de la lectura en un ambiente familiar propicio es fundamental para el niño, para el adolescente. Es necesario el estímulo familiar en la lectura de los jóvenes. Hay que practicarla con una frecuencia que deviniera en hábito”.
- “Hay que fomentar la lectura como alternativa al chat, al Twitter, a la televisión y a la Nintendo. La tecnología pone en peligro la llave del hábito lector. Hay que crear un espacio lector físico con silencio y recogimiento”.
- “Lo dijo Eduardo Marquina: Dios ponga a mi alcance libros aunque viva prisionero. Es evidente que se puede disfrutar con una poesía sin entenderla, mas sí sintiéndola, como puede pasar con un cuadro abstracto”.
- “En cuanto empezamos a hablar, comienza nuestra avidez por los relatos”.
- “Un libro mal ordenado es un libro perdido”.
- “No es tan pesimista mi visión futura. Quien no lee es menos sensible y su imaginación es más pobre. En esto coincido con Mario Vargas Llosa”.
- “Hay que dedicar a la lectura un tiempo diario, como para ejercitar un músculo. Comenzar a leerle en voz alta a un niño y luego dejar al niño que continúe la lectura en la segunda o tercera página”.
- “Elegir una lectura ya es una opción crítica, una decisión que conforma nuestra personalidad. Los libros nos dan más y nos dan otra cosa. Son un universo de idealidad libre”.