“Andalucía ya era barroca antes de que existiera el Barroco”
Brillante acto de recepción como nueva Académica Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio de la historiadora Silvia María Pérez González
Una ponencia muy amena, con pleno dominio de la materia tratada, aportando profusión de datos inéditos y que mantuvo atenta invariablemente a la nutrida concurrencia de principio a fin. Rotundo éxito de la historiadora portuense –afincada en Jerez- Silvia María Pérez González quien, al hilo de la conferencia dictada bajo el título genérico de ‘Andalucía entre los siglos XIII y XV: Origen, Arte y Religiosidad Popular’, protagonizó su solemne sesión de recepción como Académica Correspondiente de esta Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras. Inmejorable inicio, por ende, del segundo trimestre del curso académico 2013-2014. Presidieron la sesión el presidente titular de la Real Academia jerezana Joaquín Ortiz Tardío, el vicepresidente de Artes Juan Salido Freyre, el Secretario General Andrés Luis Cañadas Machado, además del Académico Correspondiente y Archivero Municipal Manuel Antonio Barea Rodríguez en su función de presentador de Silvia María Pérez González. Cabe constatar que este acto académico forma parte de las actividades organizadas por la Academia de San Dionisio en su aportación a la conmemoración del 750 aniversario de la incorporación de la ciudad a la Corona de Castilla.
La disertación de la profesora Pérez González dio a conocer al público asistente parte “del resultado de su labor investigadora en torno a la etapa comprendida entre ambos siglos con respecto a Andalucía y especialmente en lo que se refiere a la creación artística relacionada con la religiosidad popular”, especialidad de la que la nueva académica es una destacada estudiosa y una profunda conocedora pues no obstante ha obtenido la calificación de sobresaliente Cum Laude por unanimidad del Tribunal ante el que defendió su tesis ‘Iglesia y Sociedad en Sevilla en la Baja Edad Media’.
Durante su -bien medida en el tiempo y en el ritmo expositivo- intervención Silvia María Pérez abordó –apoyada en un trabajo PowerPoint- qué es Andalucía, su inclusión en los títulos regios, en el lenguaje literario (las Cántigas de Santa María. Cántigas 367 y 398), Andalucía dentro del reino castellano y su asentamiento en núcleos urbanos, la repoblación que se hizo con cristianos, protagonismo político en el reino castellano, residencia de los reyes castellanos, Andalucía con rasgos comunes a todo el Reino aunque también con rasgos propios (por ejemplo los rasgos militares muy marcados, la diversidad de procedencia, la formación de campesinos libres), la conformación de la personalidad: el mundo urbano, gran comercio internacional, las estructuras agrarias, las aristocracias urbanas, la primacía andaluza: el crecimiento demográfico y económico y la expansión exterior.
Tras un interesantísimo capítulo dedicado al arte, finalizó con el dedicado a la religiosidad popular –es decir: cómo el pueblo se relaciona con Dios- explicando pormenorizadamente los sínodos, los ciclos litúrgicos, el origen de la Semana Santa (“que comenzaba el Jueves Santo. Viernes Santo por la mañana, el Sermón de la Pasión. Los días grandes eran los siguientes a la Pascua de Resurrección”), el Corpus Christi – “era la gran fiesta cristiana”-, los domingos y fiestas de guardar: sínodos y concilios: normativas, la costumbre de la misa diaria, la práctica sacramental, el bautismo, la confirmación, la confesión y la comunión, las curas de almas, el matrimonio – “que se celebraba poco como sacramento, había que tener unos altos presupuestos económicos”-, las fiestas paganas que se incorporan (las fiestas de los locos o fiestas del obispillo, donde se invertían efímeramente los papeles: el obispo pasaba a ser mozo y los mozos obispos. Fueron después prohibidas por los excesos”), los dramas sacros, el carnaval, la fiesta del uno de mayo o del veinticuatro de mayo: San Juan Bautista, las fiestas de la vida y de la muerte, las celebraciones litúrgicas por los difuntos y las prácticas poco religiosas… En el despliegue de conclusiones Silvia María –explicando el sentir y el modo de proceder de los andaluces- apostilló una deducción de veras fundamentada: “Andalucía era ya barroca antes de que existiera el Barroco”.
Al término de la sesión, muy aplaudida, la conferenciante recibió de manos del presidente de la Real Academia de San Dionisio la medalla distintiva y el título correspondiente que la hacen acreedora de su nueva condición académica.