“Aunque el futuro del lince ibérico parece que está asegurado, nunca hay que confiarse ni bajar los brazos”
El biólogo Iñigo Sánchez García ingresa como nuevo Académico Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras
Manuel Antonio García Paz: “También las Ciencias, como las Humanidades, pueden aportar muchos valores al hombre”
La Real Academia de San Dionisio, de Ciencias, Artes y Letras, miembro del Instituto de Academias de Andalucía y Miembro Asociado del Instituto de España, acogió este pasado martes la sesión académica de toma de posesión del licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad hispalense y Biólogo Conservador del Zoobotánico Íñigo Sánchez García. Con esta cita la Corporación Académica rindió asimismo homenaje al Zoobotánico ‘Alberto Durán Tejera’ de nuestra ciudad al cumplirse el LX Aniversario de la apertura de dicha instalación, en la que desde entonces se viene llevando a cabo una destacada y meritoria labor de protección de distintas especies del reino animal así como de conservación y divulgación de valiosas especies vegetales, habiéndose convertido por ello en uno de los principales focos de atracción de visitantes a Jerez. Razón por la cual se ha querido incorporar al elenco académico a uno de sus más significados profesionales como es quien fue director del mismo entre 2002 y 2003 y su biólogo conservador desde 1997 a 2002 y desde 2004 a la actualidad, Íñigo Sánchez García, cuya presentación corrió a cargo del académico numerario Manuel Antonio García Paz.
Presidieron la sesión el presidente de la Real Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío, el vicepresidente de Ciencias Jaime Bachiller Martínez y el Secretario General Andrés Luis Cañadas Machado. El nuevo Académico Correspondiente dictaría la ponencia ‘El Zoobotánico de Jerez: Tras las huellas del Lince Ibérico’. Y es que del lince ibérico (Linx Pardinus), especie de mamífero carnívoro endémico en nuestra Península, solo existen en el territorio andaluz dos poblaciones que se encuentra aisladas entre sí, con alrededor de algo más de trescientos ejemplares, lo que claramente deja entrever el peligro en que se encuentra y la necesidad de su protección a la que se viene dedicando una especial atención en las instalaciones del Zoobotánico jerezano. Allí se lleva a cabo un Plan de Cría en Cautividad desde el año 2002, que supone un notable apoyo a las medidas adoptadas para la conservación de dicha especie en su hábitat, además de propiciar la preservación de la misma ante los ataques de cazadores furtivos, mortandad por accidentes de tráfico y otras amenazas que la afectan, actuación que tiene su centro en El Acebuche, en el Parque Nacional de Doñana, como resultado de un convenio de colaboración entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente, en el que en la primavera de 2005 se logró la primera camada de dicho animal en las instalaciones jerezanas, donde han sido criados varios de los cachorros resultado del mencionado programa.
El Académico de Número Manuel Antonio García Paz expuso una presentación que definió muy ilustrativamente los perfiles personales y profesionales de Iñigo Sánchez. Argumentó Manuel Antonio que “también las Ciencias, como las Humanidades, pueden aportar muchos valores al hombre. Las Ciencias están en el punto de mira. Por sus avances científicos. Entre ellos los jardines botánicos desarrollan áreas de interacción entre las personas y las especies, como el de Jerez. Nuestro nuevo Académico ha contribuido a este campo de conocimiento. Es uno de los más importantes botánicos de la provincia de Cádiz. Recuperaría el centro de especies amenazadas. Realiza para la Junta de Andalucía estudios de los parques eólicos y abunda en la flora amenazada de la provincia gaditana. Ha impartido un centenar de conferencias a nivel nacional e internacional…”.
Expongamos a continuación algunos de los fragmentos de la ponencia dictada por el ya Académico Correspondiente Iñigo Sánchez García:
- “Es un honor pertenecer a esta Academia, un mérito que nunca imaginé alcanzar. Ya de niño mis padres tuvieron que soportar las excentridades de un aprendiz de naturalista. Tuvieron que tener una gran paciencia conmigo. Tuve la suerte de conocer a grandes naturalistas que me enseñaron mucho. Me siento un auténtico privilegiado, en el aspecto laboral, de poder dedicarme aquello que siempre quise, dónde quise -en mi tierra- y con quien quise -mis magníficos compañeros”.
- “Me remonto a mediados del siglo XIX. La traída del agua corriente a Jerez. Para almacenarlas se ubicaron unos depósitos en los altos del Calvario. Esta traída de agua conllevó a que la zona se ajardinara. A finales de siglo fechamos la presencia del primer lince en Jerez. Este animal procedía de Doñana. Lo vemos en el Recreo de las Cadenas. Tardaría ya bastantes años en existir algunos más en Jerez”.
- “A finales de los años treinta estos jardines pasaron a ser jardines públicos. El deterioro del jardín animó entonces a la creación de un zoo y un jardín botánico. Propuesta del teniente alcalde Alberto Durán y Tejera. Una personalidad importantísima para Jerez, muy adelantado a su época en sus ideas. Se rodeó de una serie de prohombres de la ciudad amantes de la Naturaleza. En 1953 abriría sus puertas este zoológico y jardín botánico”.
- “En 1953 entra una enfermedad que resultó fatal para el conejo y para el lince -con efecto catastrófico-. Don Mauricio González ayudó mucho a Alberto Durán donando animales. Al final de los años sesenta decide traer al zoo al naturalista José María Lassaletta. Y va a dirigir el zoo en los años siguientes y traería bastantes animales. Entonces, eso sí, no se veía como un problema la extinción de la especie”.
- “En los años sesenta -con Lassaletta al frente- se estableció muchos contactos con otros zoos de España. Ingresaron tres linces ibéricos. El zoo adquirió mucho esplendor. Entonces se prestaba mucha atención a la fauna exótica, mientras los linces quedaban en un mayor anonimato. Nunca apareció en la prensa referencias a estos animales”.
- “Los años setenta fueron la edad más oscura del parque, por la gran crisis económica y porque Alberto Durán -por su edad- iba desapareciendo de escena. El parque estuvo a punto de extinguirse. Solo destacable en el año 1972 la visita de Félix Rodríguez de la Fuente, que era amigo del entonces director Alejandro Maldonado. Comentó Félix que el parque debía especializarse en la fauna de Doñana y concretamente en el lince ibérico”.
- “El lince, sobre el papel, se mantenía en el imaginario del parque. Incluso se mostraba en el membrete oficial del mismo. A finales de los setenta ocurre un hecho significativo: la creación en Jerez de un grupo de defensores de la Naturaleza. Tuvo permiso del Ayuntamiento para reunirse en el parque. Iniciamos una campaña en la que denunciamos el estado del Parque y reclamábamos del Ayuntamiento que tomara cartas en el asunto. Y nos ofrecimos a colaborar a recoger papeleras y a limpiar el entorno de los animales”.
- “En los años ochenta se renovó gran parte del parque y se elaboró un plan de viabilidad. En los años siguientes se convirtió en un zoo moderno. Basado en los pilares de la educación y la conservación. Se crea un vivero y una escuela de jardinería. Se creó una biblioteca. El Club de Amigos del Zoo. El departamento de educación igualmente. Cursos, excursiones, etcétera. Todo esto se ha ido incrementado y acentuando durante los treinta años posteriores”.
- “En los años noventa se acentúa la faceta de conservación del parque a cargo de su entonces director Manuel Balcells. Se supo apostar por especies que entonces no eran muy mimadas. El Zoo Botánico de Jerez se sitúa entre los mejores de España. Se potencian los aspectos botánicos, con rescate de flora y de fauna amenazada. Ante la situación por la preocupación del lince, como no habías linces en cautividad, no podíamos reproducirlos. Pero sí de actuaciones de conservación en Doñana. Se trajo entonces una especie próxima: el lince americano. Para así poner en práctica la crianza artificial de los cachorros. Sirvieron como hermanos adoptivos de algunos linces ibéricos”.
- “En el año 2002 se estableció que sólo quedaban 100 animales, 100 linces ibéricos. Recayó en nosotros el futuro Programa de Crías. Se creó una red de centros. El Acebuche de Doñana, nosotros como asociados, otro centro en Jaén, y otro en Portugal. El último en el norte de Extremadura. En estos centros se han ido reproduciendo, con mucho éxito, estos animales. Con mucho éxito, afortunadamente. El futuro de la especie parece que está asegurado, pero nunca podemos confiarnos. Nunca hay que bajar los brazos”.
Tras una intensa ovación del mucho público congregado en la sede de la Academia de San Dionisio, el recién incorporado Académico Correspondiente recibiría el título acreditativo así como la medalla de esta Real Corporación.