La magistrada de la Sala Civil del Tribunal Supremo profundizó en la regulación legal de la conocida como «segunda oportunidad»
La Real Academia de San Dionisio, de Ciencias, Artes y Letras disfrutó de una interesante y emotiva jornada de clausura del curso académico 2024-2025 en la tarde del martes 17 de junio. Y es que la sede académica sirvió de escenario para la toma de posesión como académica de Número de Nuria Orellana Cano, recientemente nombrada magistrada de la Sala Civil del Tribunal Supremo.
Tras la apertura de la sesión por parte del presidente Juan Salido Freyre y la lectura del acta de elección del secretario general Juan María Vaca Sánchez del Álamo, la recipiendaria entró en la sala con la compañía de Antonio Millán Garrido y José Luis García Ruiz. Tras el juramento por parte de Nuria Orellana y su nombramiento, llegó el momento de exponer su discurso de ingreso, titulado «El régimen jurídico de la exoneración del pasivo insatisfecho y su aplicación judicial».
En su intervención profundizó en la regulación legal de la conocida como «segunda oportunidad», que se introdujo en la legislación concursal por la Ley 16/2022, que transpuso la Directiva de 2019/1023, y que permite a los deudores personas físicas insolventes, tras un procedimiento concursal, siempre que sean de buena fe y reúnan los requisitos legales, exonerar parte de sus deudas. Se trata de una institución de gran trascendencia, pues la recuperación del concursado para la vida económica, tras el fracaso que el concurso supone, permite al deudor volver a emprender reincorporándose con éxito a la actividad productiva.
Se analizaron, en particular, el ámbito subjetivo, qué se entiende por deudor de buena fe, qué créditos se exoneran, las dos modalidades de exoneración, mediante liquidación de patrimonio y mediante un plan de pagos, la posibilidad de excluir la vivienda habitual de la liquidación, los efectos de la exoneración y su revocación. Asimismo, se señalaron las cuestiones controvertidas que este régimen jurídico está suscitando, a la luz de las resoluciones judiciales que se están dictado, tales como, la exoneración del crédito público y la excepción a la exoneración por el comportamiento temerario o negligente al tiempo de contraer el endeudamiento o de evacuar las obligaciones.
Durante su solemne discurso de ingreso como Académica de Número en la Real Academia de San Dionisio, la magistrada Nuria Orellana Cano justificó su elección temática por su «transversalidad» y por el creciente interés social y jurídico que despierta. «Es un tema que está en los medios de comunicación, de muchísima actualidad. En una forma u otra, todos somos o deudores o acreedores», afirmó ante el auditorio. Con una cercanía muy personal, y no exenta de ironía, la académica señaló que se trata de «el procedimiento estrella de los juzgados de lo mercantil».
Explicó que esta figura jurídica, abreviada como EPI, ha sido recogida en el derecho español como una vía de «segunda oportunidad» para aquellas personas físicas, deudores de buena fe, que no pueden hacer frente a sus obligaciones económicas. «Pretendo explicar que con la exoneración del pasivo insatisfecho no hay que llegar al desenlace fatal de morirse ni de no hablar de las deudas y barajar», apuntó con guiño literario, citando a William Shakespeare, Benjamín Franklin o Camilo José Cela para ilustrar el peso histórico y cultural del endeudamiento.
En un tono evocador, la magistrada compartió dos referencias personales al concepto de «segunda oportunidad»: un programa pionero de seguridad vial de finales de los años setenta y la emblemática película de Garci Volver a empezar. Ambos recuerdos, explicó, le sirvieron para introducir la importancia del «perdón de las deudas» como mecanismo legal que evita que una persona quede lastrada de por vida por situaciones de insolvencia.
Tras profundizar en diversos asunto referente a la temática, como por ejemplo en las deudas que se pueden exonerar, la magistrada Orellana Cano cerró su intervención con una reflexión sobre algunos de los grandes retos actuales del derecho concursal. Subrayó que existen «cuestiones que se están planteando ahora mismo en los tribunales, que están además en plena actualidad» y que dependen en gran medida de la casuística concreta de cada caso. En este sentido, Orellana lamentó la disparidad de criterios existente entre juzgados y tribunales, y defendió la necesidad de que sea el Tribunal Supremo quien fije doctrina para unificar resoluciones.
Sobre la conocida como «segunda oportunidad», la ponente reconoció que «es una imposición de la Unión Europea, aunque pueda tener detractores». Explicó que, si bien hasta 2022 esta herramienta era poco utilizada, la reforma de ese año ha supuesto un punto de inflexión. Así, ofreció datos muy reveladores: «En el primer trimestre de 2025 se han presentado 15.384 concursos, de los cuales el 89,20% son concursos de personas individuales que lo que pretenden es la exoneración del pasivo insatisfecho». Orellana destacó que este volumen representa un incremento del 15,1% con respecto al último trimestre de 2024 y del 87,6% en comparación con el primer trimestre del mismo año, lo que demuestra que «está siendo una herramienta cada vez más utilizada».
No obstante, hizo hincapié en que el éxito del mecanismo no debe excluir el análisis de la buena fe del deudor, ni el posible endeudamiento irresponsable, «incluso cuando no se haya solicitado una valoración expresa al respecto». Precisamente, añadió, este es uno de los temas que aún genera controversia entre las distintas secciones judiciales, incluida la propia Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Cádiz. Concluyó reiterando su agradecimiento a la Real Academia y apelando a la necesidad de que el Tribunal Supremo «vaya fijando este cuerpo de doctrina y de jurisprudencia» en beneficio de la seguridad jurídica.
Una vez finalizado el discurso de ingreso de Nuria, llegó el momento de la contestación, a cargo de su hermana Ana María Orellana Cano, también académica de Número y magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo. Destacó la profundidad y relevancia de la intervención de su hermana. «Un discurso que, desde luego, constituirá un referente —afirmó— porque es una de las máximas, yo diría la máxima experta, a nivel nacional en estas materias», dijo con firmeza.
Ana María Orellana valoró especialmente el análisis técnico realizado sobre los artículos 486 a 502 del texto refundido de la Ley Concursal, preceptos que, recordó, recogen la transposición de la Directiva Comunitaria 2019/1023 de 20 de junio al ordenamiento jurídico español, mediante la Ley 16/2022 de 5 de septiembre. En su opinión, la intervención de Nuria Orellana aportó una visión esclarecedora sobre el alcance práctico y jurídico de esta normativa, con especial atención al concepto de endeudamiento irresponsable como causa excluyente de la buena fe recogida en el artículo 486, y su conexión con el artículo 487. «Ha sido muy interesante el análisis realizado sobre esta excepción contemplada expresamente en la ley», señaló.
Igualmente, destacó la precisión con la que se abordó el límite de la exoneración de deuda en los créditos públicos. Subrayó que «solo se exonera hasta 10.000 euros», y que este aspecto ha sido ya objeto de atención en el ámbito comunitario, citando el auto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 28 de abril de 2025, correspondiente a la cuestión prejudicial 46/2024, al que también había aludido la nueva académica durante su intervención.
Más allá de lo técnico, Ana María Orellana quiso resaltar el perfil humano de la nueva académica, a quien definió como «una extraordinaria persona, el vivo ejemplo de la integridad moral e intelectual sin fisuras, llena de bondad y de nobleza de espíritu». Cerró su intervención con una cita del sabio griego Quilón de Esparta: «Es necesario olvidar el bien realizado para tener solo presente el que se recibe», afirmando que esa máxima ha guiado, precisamente, la trayectoria vital de Nuria Orellana.
«Por todo ello —concluyó—, en nombre del presidente, de los presidentes de honor, de la Junta de Gobierno y del pleno de numerarios, me honro en darte nuestra más sincera y cordial bienvenida a esta casa, que ya es la tuya».
Currículo y trayectoria de Nuria Orellana
Nuria Auxiliadora Orellana Cano, nacida en Jerez de la Frontera, cursó los estudios de la Licenciatura en Derecho en la Facultad de Jerez de la Frontera, habiéndole sido concedido el Premio Extraordinario de Licenciatura en Derecho de la Universidad de Cádiz. Aprobó la oposición de Judicatura por el turno libre. Sus primeros destinos fueron en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Sanlúcar de Barrameda y número 2 de El Puerto de Santa María.
En 2004 aprobó la oposición de Magistrados especialistas de lo Mercantil, perteneciendo a la primera promoción. Fue la primera titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz, donde ejerció además como magistrada decana.
En 2013 obtuvo plaza de magistrada especialista en la sección sexta de la Audiencia Provincial de Málaga, especializada en Derecho de Familia y Mercantil. En diciembre de 2019 obtuvo plaza como titular en la Sección 5ª de la Audiencia Provincial de Cádiz.
El pasado 3 de junio de 2025 fue designada magistrada de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo.
La magistrada jerezana ha sido miembro de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla de 2004 a 2014, profesora de la Universidad de Cádiz de 1995 a 2005 y es autora de más de 140 publicaciones jurídicas.
Ha intervenido como ponente en numerosos cursos organizados por el Consejo General del Poder Judicial, Colegios de Abogados, de Graduados Sociales y de Economistas de toda España, así como en universidades y otras instituciones. Fue designada vocal de la Sección Especial para la Reforma Concursal de la Comisión General de Codificación del Ministerio de Justicia en 2009.
Es académica correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, por nombramiento en junta de gobierno de 24 de febrero de 2020. Es vocal y secretaria de su Sección Quinta de Derecho Mercantil. Es miembro del consejo de redacción de 'La Ley Insolvencia', revista profesional de Derecho Concursal y Paraconcursal.
Ha sido presidenta de la Subsección Territorial de Andalucía Occidental de la Asociación Profesional de la Magistratura desde 2007 a 2013, y miembro de su Comité Ejecutivo Nacional de 2007 a 2011.
Le fue concedida la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort por Orden del Ministerio de Justicia de 6 de diciembre de 2010 y ha sido designada miembro del Jurado del Premio Manuel Olivencia a la Excelencia Universitaria, cuya entrega está prevista para el 26 de junio de 2025.